Hay tres lugares que los niños nunca deben ocupar cuando sus padres están en un proceso de separación. El de protector de una de las partes con respecto a la otra, el de espía de uno o de los dos, y el de rehén.
Hay tres lugares que los niños nunca deben ocupar cuando sus padres están en un proceso de separación. El de protector de una de las partes con respecto a la otra, el de espía de uno o de los dos, y el de rehén.